Friday, October 01, 2004

pozo

Recuerdo que, antes que nada evoqué una cosa sencilla. Una prostituta me mostraba el hombro izquierdo, enrojecido, con la piel a punto de rajarse, diciendo: -date cuenta si serán hijos de perra. Vienen veinte por día y ninguno se afeita-. Veo nadamás que el hombro irritado por las barbas que se le habían estado frotando, siempre en ese hombro, nunca en el derecho. Esto que escribo son mis memorias. Porque un hombre debe escribir la historia de su vida al llegar a los cuarenta años, sobre todo si le sucedieron cosas interesantes lo leí no sé dónde. Lo curioso es que, si alguien dijera de mí que soy un soñador--, me daría fastidio. No hay nadie que tenga el alma limpia, nadie ante quien sea posible desnudarse sin verguenza. -Y bueno, porque soy una arrastrada es que no me gusta ver rodar, a otras. La mujer me dio una impresión vulgar de inteligencia. Entonces me contestó, que tenia razón, pensándola bien, y que iba a buscar un hombre que sea como un animal. ¿tiene algo que ver con aquello que le hacia viajar en el ferrocarril con lentes oscuros, todos los dias, poco tiempo antes de que nos casáramos, --porque nadie debía ver los ojos que me habian visto desnudo--.
Juan Carlos Onetti ¨el pozo¨.

0 Comments:

Post a Comment

Subscribe to Post Comments [Atom]

<< Home