Viejo Vallarta
Caminando por el malecón de Viejo Vallarta, el piso hablaba conmigo, cada paso que daba me decía algo nuevo impregnado en el concreto: No sé de donde vengo / no me hace falta / es la brisa o es tu pájaro enfurecido / quien me hace IR siempre / la brújula del destino / que rían los chapuceros de la felicidad / mientras el fuego de esta luz / que baña mi cuerpo / ofrece a los pies del mundo en un solo lienzo / entre el fin … … seguí mi camino…
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